En el panteón de las causas perdidas, defender la bolsa de plástico de la compra parece estar a la altura del apoyo a fumar en los aviones o al asesinato de cachorros.La omnipresente bolsa blanca delgada se ha trasladado directamente más allá de la monstruosidad al reino de la molestia pública, un símbolo de desperdicio y exceso y la destrucción progresiva de la naturaleza.Pero donde hay una industria en riesgo, hay un abogado, y el principal defensor de la bolsa de plástico es Stephen L. Joseph, director de la campaña quijotescamente titulada Salvemos la bolsa de plástico.

Recientemente, Joseph y su causa han recibido algunos golpes.El martes pasado, Los Ángeles se convirtió en la ciudad estadounidense más reciente en tomar una posición contra la bolsa, cuando su concejo municipal votó por unanimidad para prohibir el plástico en todos los supermercados y tiendas minoristas para el 2010 si no se ha establecido una tarifa estatal sobre las bolsas. después.(Se estima que Los Ángeles usa 2 mil millones de bolsas de plástico al año, de las cuales solo el 5% se recicla). Joseph había presentado una demanda contra el condado de Los Ángeles alegando que no preparó un Informe de impacto ambiental sobre la prohibición de las bolsas como requerido por la ley de California.

Un mes antes, Manhattan Beach, California, adoptó una ordenanza similar, también a pesar de las objeciones y maniobras legales de Joseph.Y en julio pasado, la ciudad natal de Joseph, San Francisco, se convirtió en la primera metrópolis estadounidense en imponer la prohibición.(Joseph ha estado en el caso solo desde junio, por lo que no está en su columna).

El ex cabildero de Washington, que nació en Inglaterra y de mala gana dice que su edad es de 50 y tantos, admite que es una batalla cuesta arriba tratar de mejorar la imagen de un artículo desechable que se ha relacionado con todo, desde el calentamiento global hasta la dependencia del petróleo y la muerte. de la vida marina.Especialmente en California.Particularmente en el ultraliberal condado de Marin.Le tomó más de un año después de que los fabricantes de bolsas llamaran para hacerse cargo de la causa.“Es muy difícil contrarrestar los mitos y la desinformación”, dice desde su despacho de abogados en Tiburon, California.“Soy un espectáculo de un solo hombre”.

Como abogado, es un publicista bastante bueno: en 2003 demandó a Kraft Foods para impedir la venta de galletas Oreo a niños menores de 11 años en California, alegando que estaban llenas de grasas trans.Si bien no ganó la batalla judicial, claramente ganó la guerra;El gobernador Arnold Schwarzenegger promulgó un proyecto de ley contra las grasas trans el 25 de julio. Anteriormente, Joseph demandó al departamento de estacionamiento de San Francisco para que la agencia eliminara los grafitis de sus letreros, y él era un activista contra la basura.El grafiti y la basura, incluidas, por ejemplo, las bolsas de plástico, siguen vivos, por lo que está bateando alrededor de .300.

¿Cómo puede un ex activista contra la basura apoyar las bolsas de plástico?Joseph señala, y algunos ecologistas están de acuerdo, que, en muchos sentidos, las bolsas de papel son tan malas para el medio ambiente como las de plástico.Mientras que las bolsas de papel se descomponen, también liberan metano al hacerlo.Mientras que las bolsas de plástico a veces se fabrican con productos petroquímicos, las bolsas de papel requieren más energía para fabricarse y reciclarse.La evidencia de que las bolsas de plástico matan la vida marina no es concluyente y, en general, se reconoce que los detritos de la pesca comercial son mucho más dañinos.“Mi investigación sobre este tema me ha demostrado que algo divertido está pasando”, dice Joseph.“Los activistas contra las bolsas de plástico no están siendo cuestionados.Es como un caso judicial en el que nadie representa a la otra parte”.

Sin embargo, en contra del uso de bolsas de compras de tela, o del tipo de cuerda que su abuela podría haber llevado a la calle, Joseph tiene menos argumentos.Las bolsas de plástico son prácticas bolsas de basura, dice, o receptáculos para la arena para gatos.Y, por supuesto, se pueden reutilizar para guardar la compra.“¿Sabes lo que creo que es lo mejor de ellos?Puedes meter alrededor de 12 de ellos en tu guantera”.

Por persuasivos que sean sus argumentos, la tarea de José puede ser como la de Canuto.En junio, China prohibió que las tiendas de todo el país regalaran bolsas de plástico y prohibió la producción, venta y uso de bolsas de plástico de menos de una milésima de pulgada de grosor.Bután prohibió las bolsas con el argumento de que interferían con la felicidad nacional.Irlanda ha impuesto una fuerte tarifa de 34 centavos por cada bolsa utilizada.Tanto Uganda como Zanzíbar los han prohibido, al igual que 30 pueblos en Alaska.Decenas de países han impuesto o están considerando medidas similares.

Joseph sigue trabajando, sin embargo, sin desanimarse por la marea o por lo que deben pensar sus vecinos del condado de Marin.“Le he dicho a mucha gente que estoy tratando de salvar la bolsa de plástico”, dice.“Me miran con horror”.Pero dice que no, que no ha visto una caída en las invitaciones a cenas.“Este no es un problema que pertenezca al cubo de la izquierda o al cubo de la derecha.Se trata de la verdad.Y estoy decidido a hacer que se registre”.